lunes, 2 de marzo de 2009
VOS PODES AYUDAR Y COLABORAR
Aseguran que las condiciones de la reserva son escasas y que podrían mejorarse pero el subsidio que le otorga la Municipalidad de Rosario es de $2.500 mensuales, que no siempre llegan regularmente y que apenas les alcanza para alimentar a los animales que allí residen. Cuentan que construir unos tapiales más altos le daría seguridad al predio y a los animales, y agradecen la colaboración de los voluntarios que ayudan tanto con alimentos como trabajando en el lugar.
La ayuda nunca sobra, si querés ofrecerte como voluntario comunicate con María Esther Linaro todos los días de 14 a 20 al 155-555-255.
La ayuda nunca sobra, si querés ofrecerte como voluntario comunicate con María Esther Linaro todos los días de 14 a 20 al 155-555-255.
cierre del JARDÍN ZOOLÓGICO DE ROSARIO
En diciembre de 1997 la Municipalidad de Rosario cierra definitivamente el Jardín Zoológico alegando estar en contra del cautiverio de animales (esta misma ordenanza es la misma que prohíbe a los circos traer animales en cautiverio para trabajar en sus funciones) manifestando que los animales que vivían en el zoo local serían liberados o trasladados a lugares mejores.
De los 856 especímenes que habitaban el predio, hoy sólo quedan alrededor de 20, los demás murieron durante la construcción del Jardín de los Niños que comenzó a levantarse con los animales dentro del terreno. El desmantelamiento de la institución estuvo a cargo del veterinario Guillermo Pérez Gimeno, procesado durante tres años por infringir la Ley Sarmiento, precursora del proteccionismo animal.
María Esther Linaro resultó un obstáculo para la desaparición del zoológico situado en el Parque Independencia. Activista ecologista desde 1989, había asumido el cargo de directora de la desaparecida institución el 15 de agosto de 1990, para ser despedida siete años después por no cooperar con la desición política de cerrar el lugar.
Cuando recibe la noticia del cierre, la profesora de Bellas Artes, les pide tres años a las autoridades para encontrarles un destino seguro a cada especie. La negación fue rotunda, aunque el predio estuvo en desuso justamente durante tres años antes de ser construido el Jardín de los Niños.
Una vez destituida del cargo esta docente, el desmantelamiento quedó a cargo del veterinario Guillermo Pérez Gimeno, quién se autodetermina especialista en fauna silvestre.
Gimeno era una persona de confianza de Linaro y fue por eso que la entonces directora le facilitó el ingreso al zoológico como Jefe Técnico. Pero las acciones que el profesional encaró tras la remoción de María Esther dejaron en claro cuál era su postura con respecto al trabajo que venían realizando junto al personal de la institución.
Al momento del cierre estaba en plena construcción el hospital, que contaba con agua caliente y un quirófano de lujo y cuyo impulsor fue el mismo Gimeno. Lo tiraron abajo sin inaugurarlo.
Linazo denunció además otras irregularidades. Uno de los tres proyectos del Jardín Zoológico tenía como objetivo la liberación de tres zorros y habían sido especialmente seleccionados por la Fundación Vida Silvestre para llevarlo a cabo.
Luego de ser analizados por el personal enviado por la misma Fundación, los animales fueron aislados para ir adaptándolos a la soledad del hábitat natural. Gimeno tiró por la borda el trabajo de meses cuando en el afán de cumplir con el desalojo del predio, mezcló con torpeza los especimenes, sin avisar siquiera a Vida Silvestre.
Otra negligencia la sufrió la osa melera Rosario, que hoy tiene 12 años y habita en la reserva de Sorrento al 1500. La hembra había logrado quedar embarazada en cautiverio, algo insólito en su especie, pero sufrió un aborto espontáneo por el uso de reflectores cerca de su jaula debido a la construcción del Jardín de los Niños que comenzó con ella dentro del predio.
La lista no termina allí, entre el personal había un veterinario excelente, especialista en tortugas, que logró su procreación aún en cautiverio, teniendo en cuenta que es una especie que está en serio peligro de extinción. Pérez Gimeno las tiró al Bosque de los Constituyentes, un lugar no habilitado por la Dirección de Ecología, ya que hay pinos que resultan venenosos; no quedó ni una.
Estas acciones son un claro ejemplo de violaciones al Convenio Internacional de Tráfico de Especies Silvestres (Cites), al que Argentina adhirió en 1982.
María Esther Linaro, quién es también miembro del Comité Universitario de Política Ambiental, denunció al veterinario Gimeno por infringir la Ley Sarmiento de Protección de Animales. El profesional estuvo procesado durante tres años, para finalmente quedar beneficiado con la duda; pero en este período de procesamiento, Gimeno seguía a cargo de los animales.
En la lista de empleados de Promoción Social aparece el nombre de Guillermo Pérez Gimeno como parte del personal permanente y percibiendo un sueldo de $1909,72, aunque sin especificar su función. Cobra casi la misma cifra que María Esther en subsidio para mantener a los animales de Un Mundo Aparte, entre los que tiene dos leones, un jabalí, una osa melera y cinco pumas.
Lo cierto es que todos estos animales que conviven en la reserva se encuentran en peligro de extinción, no sólo por la casa indiscriminada de sus especies, sino además por el deterioro de las condiciones de vida de sus hábitats.
Otra situación preocupante es lo que sucedió después de que se difundiera por los medios de comunicación que había desaparecido el mono Martín de su jaulón de la reserva (ver recuadro). Linaro recibió llamados de gente alertando haber visto a monos similares y en distintos domicilios. Toda una muestra de hasta dónde llega el tráfico de fauna silvestre en nuestra ciudad.
De los 856 especímenes que habitaban el predio, hoy sólo quedan alrededor de 20, los demás murieron durante la construcción del Jardín de los Niños que comenzó a levantarse con los animales dentro del terreno. El desmantelamiento de la institución estuvo a cargo del veterinario Guillermo Pérez Gimeno, procesado durante tres años por infringir la Ley Sarmiento, precursora del proteccionismo animal.
María Esther Linaro resultó un obstáculo para la desaparición del zoológico situado en el Parque Independencia. Activista ecologista desde 1989, había asumido el cargo de directora de la desaparecida institución el 15 de agosto de 1990, para ser despedida siete años después por no cooperar con la desición política de cerrar el lugar.
Cuando recibe la noticia del cierre, la profesora de Bellas Artes, les pide tres años a las autoridades para encontrarles un destino seguro a cada especie. La negación fue rotunda, aunque el predio estuvo en desuso justamente durante tres años antes de ser construido el Jardín de los Niños.
Una vez destituida del cargo esta docente, el desmantelamiento quedó a cargo del veterinario Guillermo Pérez Gimeno, quién se autodetermina especialista en fauna silvestre.
Gimeno era una persona de confianza de Linaro y fue por eso que la entonces directora le facilitó el ingreso al zoológico como Jefe Técnico. Pero las acciones que el profesional encaró tras la remoción de María Esther dejaron en claro cuál era su postura con respecto al trabajo que venían realizando junto al personal de la institución.
Al momento del cierre estaba en plena construcción el hospital, que contaba con agua caliente y un quirófano de lujo y cuyo impulsor fue el mismo Gimeno. Lo tiraron abajo sin inaugurarlo.
Linazo denunció además otras irregularidades. Uno de los tres proyectos del Jardín Zoológico tenía como objetivo la liberación de tres zorros y habían sido especialmente seleccionados por la Fundación Vida Silvestre para llevarlo a cabo.
Luego de ser analizados por el personal enviado por la misma Fundación, los animales fueron aislados para ir adaptándolos a la soledad del hábitat natural. Gimeno tiró por la borda el trabajo de meses cuando en el afán de cumplir con el desalojo del predio, mezcló con torpeza los especimenes, sin avisar siquiera a Vida Silvestre.
Otra negligencia la sufrió la osa melera Rosario, que hoy tiene 12 años y habita en la reserva de Sorrento al 1500. La hembra había logrado quedar embarazada en cautiverio, algo insólito en su especie, pero sufrió un aborto espontáneo por el uso de reflectores cerca de su jaula debido a la construcción del Jardín de los Niños que comenzó con ella dentro del predio.
La lista no termina allí, entre el personal había un veterinario excelente, especialista en tortugas, que logró su procreación aún en cautiverio, teniendo en cuenta que es una especie que está en serio peligro de extinción. Pérez Gimeno las tiró al Bosque de los Constituyentes, un lugar no habilitado por la Dirección de Ecología, ya que hay pinos que resultan venenosos; no quedó ni una.
Estas acciones son un claro ejemplo de violaciones al Convenio Internacional de Tráfico de Especies Silvestres (Cites), al que Argentina adhirió en 1982.
María Esther Linaro, quién es también miembro del Comité Universitario de Política Ambiental, denunció al veterinario Gimeno por infringir la Ley Sarmiento de Protección de Animales. El profesional estuvo procesado durante tres años, para finalmente quedar beneficiado con la duda; pero en este período de procesamiento, Gimeno seguía a cargo de los animales.
En la lista de empleados de Promoción Social aparece el nombre de Guillermo Pérez Gimeno como parte del personal permanente y percibiendo un sueldo de $1909,72, aunque sin especificar su función. Cobra casi la misma cifra que María Esther en subsidio para mantener a los animales de Un Mundo Aparte, entre los que tiene dos leones, un jabalí, una osa melera y cinco pumas.
Lo cierto es que todos estos animales que conviven en la reserva se encuentran en peligro de extinción, no sólo por la casa indiscriminada de sus especies, sino además por el deterioro de las condiciones de vida de sus hábitats.
Otra situación preocupante es lo que sucedió después de que se difundiera por los medios de comunicación que había desaparecido el mono Martín de su jaulón de la reserva (ver recuadro). Linaro recibió llamados de gente alertando haber visto a monos similares y en distintos domicilios. Toda una muestra de hasta dónde llega el tráfico de fauna silvestre en nuestra ciudad.
información del lugar y terreno de mundo aparte
Un mundo aparte es una reserva de dos hectáreas que funciona en Sorrento 1595. El terreno fue cedido por el Club Argentino de Rosario mediante un convenio que firmó la Municipalidad y la actual responsable del predio, María Esther Linaro, la última directora del zoológico de Rosario antes de que se convirtiera en el actual Jardín de los Niños del Parque Independencia. En los terrenos conviven ejemplares de las especies más variadas, desde una pareja de zorros, pumas, leones y un jabalí, hasta una familia de monos Carayá, una cierva, una lechuza, unos coatíes, unas tortugas de tierra, gallinas y animales que cuidan y acompañan como gatos y perros.
DIRECCION y CORREO
dirección: ZORRENTO 1595 (sólo se puede visitar con una llamada o entrevista previa)
correo electrónico: animales_protegidos@hotmail.com
Presentación y hisctoria
Mundo Aparte es una reserva natural que se encuentra en Rosario(Argentina). Allí hay animales rescatados de circos y zoológicos, ya que no pueden volver a su hábitat, este lugar les brinda el mayor cariño y afecto posible. Aquí los animales están alejados del maltrato y el egoísmo humano. Se puede ver en ellos una tranquilidad y seguridad que antes no tenían. Un ejemplo o un milagro de este amor que se les brinda, es una familia de monos Carayá rescatados del zoológico Jardín de Rosario. Esta especie no se reproduce en cautiverio y aquí van por la sexta cría. Es increíble que estos animales puedan sentirse como en su hábitat, ya que el amor que se les brinda es recompensado por cada uno de ellos. Un ejemplo clave es el León Fenix que todas las tardes ruge para demostrarnos su fuerza y poder, mostrarse como el rey que es.
Mundo Aparte existe gracias a una mujer increíble, que con su amor por la vida y los animales hace un gran esfuerzo para mantener este maravilloso lugar.Su nombre es María Esther Linaro(Beba), quién fue directora del zoológico Jardín de Rosario(que actualmente no existe más). Y tuvo que dejar de serlo, ya que se querían cerrar y dispersar a los animales a circos y zoológicos de distintos lugares del país, donde se sabia que iban a ser maltratados. A raíz de todo esto, ella decide crear MUNDO APARTE, con el apoyo de colegas y amigos y con un acuerdo de subsidio de la provincia y de la municipalidad .
Lamentablemente ese acuerdo con la provincia y el municipio fue cumplido hasta hace unos años, ya que ahora le deben meses y del subsidio.
Ella siendo profesora de arte en la facultad de "Bellas Artes", pone su cuerpo, su alma, su voluntad y dinero de su propio bolsillo para mantener esta bellísima reserva, con ayuda de su esposo y de personas que deciden ayudar.
Si Queres contactarnos, conocer el lugar, ayudarnos, tener más información, mandanos un mail a : animales_protegidos@hotmail.com
Desde ya muchas gracias por su atención
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